Viena: ciudad museo
Es medio día, buena temperatura… Voy caminando con las mochilas a cuestas por las calles de Bratislava. Estuve solamente un par de horas en la capital eslovaca, que me pareció sosa. Solo destaco el imponente río Danubio. Es cierto que las comparaciones son odiosas y que quizá tendría más encanto si no compitiera con Viena, que está a una hora en tren de Bratislava y que es una ciudad monumental.
Viena, la ciudad museo, tiene aspectos a destacar además de sus monumentos. Hay muchos jóvenes universitarios disfrutando de música electrónica, en concreto de música techno, por la tarde-noche. Todos ellos, hablan inglés de forma fluida, como si fuera su primer idioma. En España, por mucho que hayamos mejorado, nos sigue costando hablar la lengua más importante del mundo con esa facilidad. «A veces se me olvida que en España no todo el mundo habla inglés», me comenta mi amiga Maggie, que estudia en Viena, pero que es natural del estado austriaco de Tirol y que ha sido mi guía particular en mi estancia en la capital austriaca. No obstante, ellos parten con ventaja, puesto que el alemán y el inglés provienen de la misma familia lingüistica.
Ciudad para jóvenes y no tan jóvenes
Me llama la atención también que el metro abre toda la noche y que hay una calle con varios pubs de acceso gratuito. Definitivamente, una ciudad idónea para los estudiantes y la Generación Z. Al igual que en el resto de ciudades, el interés hacia las elecciones europeas del 6, 7, 8 y 9 de junio es bajo entre los jóvenes, aunque como ocurre también en el resto de ciudades, valoran la Unión Europea y van a votar.
Viena es un lugar muy recomendable para el resto de grupos de edad. Los monumentos de la ciudad, en especial la catedral de San Esteban, son impresionantes. Es toda una experiencia visual. Alberga, además, el parque de atracciones más antiguo del mundo (Prater) y en verano brinda la oportunidad de darse un baño en el río Danubio.

Y es recomendable también por sus recursos culturales y gastronómicos. Cuenta con infinidad de museos, como el museo de arte Barroco en el Palacio Belvedere, y con la grandiosa Ópera de Viena. A nivel de turismo del paladar, probé un escalope a la vienesa (schnitzel) que está delicioso. Casualmente, fui a un mercadillo de comida vegana, con gran variedad de opciones. La sociedad austriaca, en concreto los jóvenes y el entorno de mi amiga Maggie, están muy comprometidos con los ideales verdes, donde se incluye el vegetarianismo y el veganismo.
Justicia climática
Actualmente, el centro derecha gobierna en coalición con los verdes en Austria. Una coalición un tanto antinatural desde mi punto de vista de política española, pero que allí está siendo posible. Probablemente el papel secundario del partido ecologista en el Gobierno está provocando que pierdan seguidores entre los jóvenes. Gobernar desgasta, sino pregúntale a Unidas Podemos. Me resultó curioso que Maggie -estudiante de Psicología y Comunicación y muy interesada en política- me explicó a su vez que en Austria la gente mayor tiende a votar a los verdes porque una de sus prioridades en esa etapa vital es la conservación de los espacios naturales.
Al hilo de la protección del medio ambiente, el viernes fui a la manifestación Friday’s for Future en el Palacio Imperial de Hofburg. Era un día lluvioso, por lo que había pocos manifestantes. Es decir, el diluvio era una buena noticia para el planeta, pero una mala noticia para reclamar a pie de calle políticas más concretas que garanticen el futuro de las próximas generaciones en este planeta. Benditas contradicciones.

En Viena mi experiencia ha sido diferente. Al haber visitado a mi amiga austriaca que conocí en Valencia, el ocio ha prevalecido. No obstante, el turismo, la política y las buenas experiencias han seguido estando presentes a pesar de que en esta ocasión se podía decir que no viajaba solo. Creo que me ha venido muy bien una pausa en estas semanas en las que la mayoría del tiempo tengo entrevistas conmigo mismo. Segunda vez que he estado en Viena, y esta vez me llevo un recuerdo todavía mejor.
Publicar comentario
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.