El viaje reportajeado comenzará el 20 de mayo en Ámsterdam y terminará en 10 de junio en Bruselas. El medio de transporte será el tren (interrail), que será el elemento clave para que pueda visitar 9 países en tres semanas.

Ámsterdam, Berlín, Cracovia, Brno, Viena, Turín, París y Bruselas. Haré alguna parada de unas horas en ciudades como Poznán (Polonia), Bratislava (Eslovaquia), Innsbruck (Austria), Milán (Italia) Zúrich (Suiza) y Luxemburgo.

La ventaja del interrail es que, aunque el máximo de viajes que puedes hacer durante un mes son 7 (la opción que he elegido yo), durante cada día de los siete puedes coger todos los trenes que puedas. Esto significa que en un día puedo ir, por ejemplo, de Brno a Bratislava y de Bratislava a Viena consumiendo solo un viaje y tener la oportunidad de ver dos ciudades.

Una de las ventajas de ser ciudadanos de la Unión Europea es el propio interrail. El hecho de poder viajar sin ninguna restricción entre los diferentes países del espacio comunitario es una gran ventaja.