Apelar a las emociones

Apelar a las emociones, la estrategia para movilizar a los jóvenes de cara a las elecciones

La Oficina de Comunicación del Parlamento Europeo (PE), de cara a las elecciones del 9 de junio, está tratando de movilizar a los jóvenes para que acudan a las urnas. En 2019, este grupo poblacional, en el que se incluye la Generación Z, participó más en los comicios europeos; pero el dato aún es frío: 4 de cada 10 jóvenes menores de 25 años votaron en 2019. El PE lo sabe y por eso han lanzado en las últimas semanas dos campañas. En primer lugar, el vídeo-documental Usa tu voto. Si no, otros decidirán por ti. En segundo lugar, la campaña Leyes No Escritas.

‘Usa tu voto. Si no, otros decidirán por ti’

En este cortometraje podemos ver a personas de avanzada edad explicándole a sus nietos que, cuando ellos eran jóvenes, no tenían la oportunidad de votar. Vivieron la IIGM, la invasión nazi y fascista y la incertidumbre democrática de la posguerra. España no aparece en el vídeo, aunque en este país hasta finales de los años 70 tampoco se podía votar por la dictadura franquista. La Unión Europea, con este mensaje más que trabajado, trata de llegar a la parte humana más emocional: el corazón. Probablemente, si se recurre a lo emocional y al miedo, se estará más cerca de llegar al objetivo de la campaña que si, simplemente, se hace una campaña informativa de los comicios.

‘Leyes no escritas’

En esta campaña, más de corte nacional de la Oficina Española del Parlamento Europeo, se han lanzado en redes sociales y en las calles pancartas con frases que recuerdan a la conocida ‘Ley de Murphy’. «El día que olvides a tu ex, te escribirá». «En el concierto de tu artista favorito, te toca delante la persona más alta». «La noche que decidas no salir, será la noche en la que pasará de todo». A continuación, el siguiente mensaje que se puede leer es: «Hay leyes que no cambian. Por suerte, en otras tienes mucho que decir».

Con esta acción comunicativa, con un lenguaje adaptado a los jóvenes, se trata de recordar a los jóvenes que el 9 de junio son las elecciones y que, a diferencia de en otros contextos, el futuro de los jóvenes sí puede cambiar a mejor a través de leyes, en este caso, escritas. Por ejemplo, leyes sobre cambio climático, digitalización, mercado laboral, igualdad, movilidad y seguridad.

En pocas semanas sabremos qué efectos tienen estas acciones de comunicación dirigidas a la Generación Z. Las encuestas apuntan a que incluso un 60% de los menores de 30 años pueden acudir a las urnas. Además, la situación geopolítica y bélica incierta de estos momentos genera temor por el futuro, lo que puede aumentar la participación, como ya ocurriera a nivel general poblacional y nivel específico de los jóvenes en 2019. Paradójicamente, el miedo y las emociones, antes que la razón y los datos, son clave para que el próximo 9 de junio más personas dediquen unos minutos a ejercer un derecho que, en un momento dado, no lo fue.